

Un ejemplo de la importancia de las mismas es la actuación que se realizó en la planta de la empresa Montesierra, en Jerez de la Frontera, a través del Programa de Eficiencia Energética en PYME y gran empresa del sector industrial, que gestiona el IDAE, entidad dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y es financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Esta acción consistió en optimizar el consumo energético de los compresores existentes en el secadero número 2 de la empresa para lograr un mayor control de la electricidad usada durante el proceso. Esta afinación energética fue posible gracias a la sustitución de los compresores existentes por unos de mayor eficiencia. De este modo es posible reducir en gran medida las pérdidas térmicas que se producían en el secadero.
El secadero nº2 sufría pérdidas térmicas y los equipos generadores debían funcionar durante más tiempo de lo que era estrictamente necesario según las condiciones requeridas en el secadero. De este modo, las pérdidas térmicas se producían principalmente a través de las ventanas donde incidía el sol exterior y también el frío, lo que repercutió negativamente en la temperatura interior, como consecuencia de los débiles aislamientos del secadero y a través de las puertas, así como durante las aperturas y cierres.
Para compensar estas pérdidas, los equipos debían trabajar durante más tiempo, arrancando y parando, para asumir las condiciones necesarias, lo que implicaba un consumo de energía importante.
A esta situación se suma que los equipos generadores eran equipos antiguos y, por ello, tenían un rendimiento bajo.
Un paso al frente en la mejora energética
Gracias a la ayuda FEDER recibida del programa de Eficiencia Energética en PYME se sustituyeron los compresores, incorporando equipos de alto rendimiento y baterías de intercambio con una superficie de intercambio mejorada.
Asimismo se introdujeron puertas correderas y aislamientos en paredes y suelo y se tapiaron las ventanas, con la meta de evitar la incidencia del calor y frío exteriores. Esto permitió optimizar el tiempo de funcionamiento de los equipos y eliminar los sobre - consumos energéticos.
Los resultados que se obtuvieron fueron muy significativos, de modo que comenzaron a disminuir las emisiones de CO2, así como a reducir el consumo eléctrico.
Así, gracias a esta actuación el consumo de energía eléctrica disminuyó en 96,23 MWh por año; mientras que la reducción de CO2 alcanzó las 41,88 toneladas por año.
La ayuda de 32.900 euros recibida del FEDER, ha posibilitado a esta empresa la realización de una actuación que contribuye a un entorno más limpio, más habitable y, en definitiva, una provincia mejor.